Los Kadam, una familia india con Papa (Om Puri) a la cabeza, se traslada al sur de Francia, y allí deciden abrir un restaurante enfrente de un lujoso restaurante francés de alta cocina con estrellas Michelín, regentado por la snob Madame Mallory (Helen Mirren)
A veces cuando vas al cine sólo esperas desconectar, disfrutar y olvidar lo que sucede en la vida real.
Pues bien, esta película cumple a la perfección este papel.
Es fresca, con grandes paisajes, una banda sonora que se adapta bien a las escenas, unas actuaciones más que sobresalientes y sentido del humor que te hace arrancar más de una sonrisa.
El viejo sueño de las estrellas Michelín, sus entresijos y los deseos de ganar siempre algo más de lo que se tiene, olvidando lo importante, las raíces, los olores y sabores que reconocemos desde que nacemos.
Porque tal como dicen en la película, los sabores son recuerdos.
No pasará a la historia del cine pero cumplió su propósito. Si os acercáis a ella, ir sin hambre, porque lo único que le falta es poder oler lo que allí se cocina.
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