Dado lo poco prolífica que soy a cambiar de planes este fin de semana se puede calificar como de un nuevo récord de la no-planificación (para mi está claro, para otros será lo más normal del mundo).
El viernes no tenía demasiado ánimo para nada después de la semana de trabajo así que tocó sesión nocturna de lectura y a dormir prontito (lo de prontito resultó ser no tan pronto pero siempre ayuda saber que el sábado no hay que madrugar).
El sábado por la mañana, después de levantarme tarde (o muy pronto para otra gente) hice un poco de maruja, sabía que me quedaba sola en casa por la noche y llamé a G. para ver si no tenía plan y podíamos ir a cenar por ahí, por supuesto me dijo. Por la tarde, quizás la única cosa programada para este finde, visita a los papás y la abuela para pasar la tarde con ellos. La cena, exquisita, en un restaurante sirio o persa tal como reza su cartel. No era la primera vez que iba, así que sus sabores y olores no me resultaban extraños. Cuando tengo tantos platos buenos donde elegir siempre me cuesta mucho decidirme por uno y estuvo complicado pero uno en especial es para mi una debilidad, así que ese fue el elegido. Ojalá recordara su nombre original pero mi memoria no se quedó con él así que os tendreis que conformar con sus ingredientes: pollo con salsa de nueces y jugo de granada (agridulce) acompañado de arroz bashmati con azafrán (además tenía rayadura de naranja y limón). El aspecto quizás da una mala impresión al principio porque la salsa es de un color casi negro que lo recubre todo pero las dudas se desvanecen en cuanto una sola gota de esa salsa se cuela en la comisura de los labios. De postre helado de yogurt con petalos de rosa, ¿sabeis que las rosas saben de la misma manera que la que huelen? es una cosa muy curiosa. Entre plato y plato como no puede ser de otra manera entre G. y yo, bla, bla, bla y más bla. Noche redonda para ponernos al día y recuperar algo que nunca hemos perdido aunque lo hayamos espaciado.
El domingo decidimos ir a dar un paseo y al cine. Cogimos el autobús y nos bajamos al final, en la playa de San Sebastián. Un cielo azul impresionante, una ligera brisa, la arena bastante llena de gente tomando timidamente el sol, leyendo o escuchando música. Por el paseo una gran cantidad de patinadores, ciclistas y gente paseando. Los bancos llenos de gente tomándose un respiro, repasando las noticias del día y leyendo los diferentes suplementos que hacen del periódico del domingo uno de los más pesados de llevar. Llegamos a las torres, y como es un poco tarde cambiamos la comida tranquila por un bocata rápido y nos metemos en el cine a ver uno de los estrenos de la semana (en un próximo post). Al salir casi ha oscurecido, el aire está más fresco, así que nos subimos los cuellos y nos metemos en el metro para volver a casa. Del resto del día no cuento nada, cada uno que imagine como pasamos la tarde.
Foto: Dsdmona
Pues tiene muy buena pinta tu fin de semana, si señor. Me quedo con la cenita con "G."... y el postre con ¿Pétalos de rosa que saben igual que huelen? Ayyy, quiero probar eso, quiero probarlooo!!! Jeje...
ResponderEliminarTengo curiosidad por qué película habrás visto...
Un besito.
Me has dejado con la curiosidad por probar ese plato, me alegro de que tu fin de semana haya sido bueno.
ResponderEliminarSi la pelicula que has visto es la de Javier Bardem ya me tienes esperando tu post, me dijeron que es muy buena, cuando vi el anuncio me fastidie al saber que mis vacaciones terminan antes de su estreno.
Bueno, que tengas un buen dia
fin de semana redondo :)
ResponderEliminarbesitos, buen lunes
De vuelta de nuevo por estos lares, ayer me resultó imposible entrar. Caramba.Leer la composición del plato y hacerseme la boca agua, fue todo uno. Sencillo, bonito y relajado fin de semana, seguro que lo disfrutaste un montón. Parece que lo de no planificar está reñido contigo, te aseguro que se aprende, yo antes lo hacía siempre y ahora muy poco, no me ha quedado otro remedio, y te aseguro que se saborean las cosas igual o más. Un besito
ResponderEliminarEsta bien eso de improvisar de vez en cuando, pero me sucede como a ti...los cambios de planes me cuesta asimilarlos...¡que cosa más tonta! pero así es....
ResponderEliminarBSS
No hay nada mejor que una buena comida con la compañía adecuada.
ResponderEliminarA no ser un buen vino y una terraza frente al mar.
O un sobrinito de meses calato en tus brazos una mañana de verano.
Ya me fui para otro lado.
Sorry.