El borde del acantilado: Santorini (Grecia V)

Oía al atardecer

Thirá

Thirassía al fondo desde Thirá

Nea Kaméni desde Thirá

Thirá desde el barco

Santorini y Nea Kaméni


Esta inmensa marmita anegada por el mar era un volcón hace treinta y cinco siglos. La cima de aquella imponente montaña todavía sobresale del agua, formando hoy el islote de Nea Kaméni. La intensa actividad volcánica de la región dio forma en la era cuaternaria a una isla circular que sus primeros habitantes llamaron Stronghile. Nada parecía amenazar la vida refinada de la avanzada civilización que la poblaba, acaso la famosa Atlántida de que hablaba Platón. Lo cierto es que esta fértil isla estuvo habitada desde el quinto milenio a. C. Sus agricultores y comerciantes, cuya actividad conoció su apogeo durante la Edad del Bronce tardío (hacia 1550 a. C.), mantenía una estrecha relación con el mundo minoico. A lo largo del siglo XVI a.C. la región sufrió una serie de terremotos que despertaron al volcán. Sus amenazantes rugidos bastaron para que sus habitantes abandonaran la isla. Un año después la isla ya no existía. Una explosión de violencia inaudita pulverizó literalmente el volcán, dejando únicamente una inmensa caldera rodeada de acantilados.

De una belleza sobrecogedora no tanto por su paisaje interior, más parecido a un mundo lunar que a un lugar habitado, sino por un paisaje de grandes espacios y acantilados imposibles donde mantienen el equilibrio dos pequeños pueblos que saben que en cualquier momento se precipitarán al mar.



Texto: Islas griegas y Atenas, Ed. Michelín
Fotos: Dsdmona

4 comentarios :

  1. Preciosas fotos, Dsdmona! Qué nos cuentas de los pueblos, sus gentes, la gastronomía...? ^^ Queremos saber! Besotes!

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  2. a mi es que cualquier sitio que tenga mar me fascina...Soy marinera incurable

    Hum gastronomia..me interesa¡¡¡ dime que probaste el pollo con aceitunas...riquisimo plato griego.

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  3. no sabes la envidia que me das... pero no hay dos sin tres. volvere.

    cuidate.

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  4. Ah, pues no sabía yo que esos pueblitos estuvieran en equilibrio. Cuando estuve por allí apenas me dio tiempo de nada, sólo de quedarme muda con los azules y blancos, con la luz y el aire.
    No sé si darte las gracias por la fotos, que son estupendas o retirarte los posts por darnos semejante envidia, jajajaja
    saluditos y expresiones

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