A lo largo de la semana, la niña crecerá al intentar entender la enfermedad y la muerte, la religión, las heridas y los lazos que unen a las familias y que no pueden ser explicados.
Dentro de la 17 Mostra de Teatre de Barcelona se programó esta obra una noche entre semana. La Mostra promociona, acoge y da oportunidades a jóvenes actores, directores, escritores teatrales ofreciendo un recinto donde poder representar las obras.
En su amplio programa, ¿por qué esta obra y no cualquier otra? la razón es sencilla y poderosa a la vez. Una bloguera que me sigue y a la que sigo desde hace mucho tiempo es la directora y creadora y como amante del teatro que soy no podía dejar pasar la ocasión. Prometí una crítica como con cualquier otra obra de las que disfruto habitualmente y este es el resultado.
La foto que encabeza el post es la escenografía minutos antes de comenzar la obra, aparentemente nada tiene orden ni concierto, sillas, botas y otros objetos cuelgan de las paredes, una silla de ruedas en primera fila y un par de mesas, una más alejada de la otra.
Actores jóvenes, me refiero a que aparentemente todos tienen la misma edad (así es difícil hacer creíble que es un padre o una abuela, detalles sin demasiada importancia cuando estás de lleno en la obra)... Una música quizás demasiado alta para la mala acústica del local hacen que se pierda algo de los primeros diálogos... son las únicas pegas.
Diálogos ágiles con una Zoe espectacular en su interpretación de una niña apenas salida de la infancia y que aún le falta para llegar a la pubertad, habla de la muerte, de la enfermedad, de los amigos (aunque sean peces), de los padres, de amor, de vida...
Saltando del pasado reciente (un viaje realizado a casa de la abuela durante una semana) y el presente (una cena en familia) simplemente cambiando las luces, saltando de una mesa a otra más alejada... ágil sin perder ritmo, hablando de la enfermedad, del miedo a perder aquello que querremos, de donde vamos cuando esto sucede y en medio de todo esto la historia, la verdadera, de una familia que se resquebraja, se rompe en trozos por un padre autoritario, una madre que no llega, y unas hermanas que tienen la beatitud, la vagancia y el "no va conmigo" como lema.
Una buena historia que me hizo disfrutar durante un buen rato. Una buena elección.
Lo mejor llegó al final, cuando dos almas blogueras se ven las caras y lo internáutico se convierte en real.
Y lo que me gusta que te admiren y te quieran...
ResponderEliminar:-)
Bueno, a veces lo internautico puede ser más real que lo real en sì, sobre todo porque no suele ser lo más frecuente que las almas, cercanas en la red, pero lejanas geográficamente, se encuentren finalmente, en persona. ¿Deberían hacerlo siempre?
ResponderEliminarSaluditos y expresiones
Fue TAN bonito verte. Gracias, gracias, gracias. :-*
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