A Roma con amor

“A Roma con amor”, la nueva película de Woody Allen, es la historia de un grupo de personas en Italia, unos americanos, otros italianos, unos residentes, otros visitantes, y los romances, aventuras y enredos en los que se ven envueltos. La película nos pone en contacto con un conocido arquitecto americano que revive su juventud; con un romano corriente de clase media que de repente se ve convertido en la mayor celebridad de Roma; con una joven pareja provinciana que tiene encuentros románticos por separado y con un director de ópera americano que hace todo lo posible por llevar a los escenarios a un empresario de pompas fúnebres que canta.

Woody Allen retrata como nadie las ciudades y en esta ocasión Roma queda filmada como en un documental, como ya hiciera con Barcelona, París y  Londres.

Aprovechando el Festival del cine nos decantamos por esta película que no nos llamaba mucho la atención y si no gustaba no dolía tanto pagar el dineral que vale ahora el cine. Y acertamos.

Es, con diferencia, la que menos me ha gustado de las últimas películas del cineasta, el guión bastante flojo, como cortados sin mucho cuidado, los actores más bien flojos con excepción de Roberto Benigni.

Lo que más me gustó de la película y del guión es la parodia tan brillante que hace de las pseudoestrellas que aparecen y desaparecen de la peana televisiva por el simple hecho de aparecer, como pasar del estrellato al anonimato más invisible simplemente porque el aire cambió de dirección.

Facilmente olvidable pero ideal para una tarde de domingo, palomitas y manta sin muchas complicaciones.