Un domingo de octubre de 2002, un Kurt Wallander agotado después de una intensa semana de trabajo va a visitar la que podría ser la casa de sus sueños, en las afueras de Löderup.
Mientras deambula a solas por el jardín de la finca, rumiando si comprarla o no, tropieza con algo semioculto entre la hierba. Para su sorpresa, son los huesos de una mano.
Esa misma noche, cuando los técnicos encienden sus focos y cavan alrededor, sale a la luz un cadáver que, según los forenses, lleva más de cincuenta años bajo tierra. Poco antes de Navidad, y pese a los recortes presupuestarios en la policía de Escania, el inspector Wallander, junto con sus colegas Martinsson y Stefan Lindman (el protagonista de El retorno del profesor de baile), sigue investigando lo que parece ser un asesinato muy antiguo.
Pero ¿es posible esclarecer un crimen cometido tanto tiempo atrás? Cuando ya está a punto de darse por vencido, Wallander regresa al jardín de la que pudo haber sido su casa. Y algo despierta en él nuevas sospechas que se convertirán en un nuevo hallazgo.
Después de dar por finiquitada la serie Wallander y despedirme de uno de los personajes que más me han gustado dentro de la literatura enterarte que hay una nueva entrega hace tener cosquillas en el estómago.
Concebido como un premio a los seguidores de la saga, entregado como un suplemento en algún periódico este libro de Wallander se sitúa entre varios de su saga, por tanto antes de que conociéramos su final e incluso estuviera previsto.
Descubrimos como apareció en su vida una de las casas que podía haber sido suya sino hubiera sido por unos huesos enterrados en el jardín que descubre de manera accidental cuando está inspeccionando la casa.
Los restos encontrados hacen cincuenta años que se encuentran allí y no hay muchas esperanzas de descubrir lo que allí realmente ocurrió. Todos los posibles implicados están muertos o o tan viejos que puede que no recuerden nada pero a falta de pistas buenas son las intuiciones sobretodo si éstas ponen un poco de luz sobre un gran misterio.
Y una vez resuelto el misterio, lo mejor es descubrir esas páginas donde Mankell explica el porqué Wallander es así y no de otra manera.
Un divertimento con una novela corta, una buena manera de despedir definitivamente a un detective que me ha hecho pasar tan buenos ratos de lectura.
Esta es una serie que quiero comenzar pronto, besotes
ResponderEliminarEsta es una serie no apta para mí porque sé que tiene algunas cosas demasiado macabras y ya sabes; me gusta dormir por las noches ;)
ResponderEliminarEn todo caso, me alegro de que os hayan traído esta novela para los fans del detective, y de que la hayas disfrutado :)
Un autor con el que aún tengo que estrenarme...
ResponderEliminarBesotes!!!
Poco puedo decir, Wallander me encanta... sin peros
ResponderEliminarBesos
Me gustó mucho, mucho :) Me encanta Wallander
ResponderEliminarPues yo lo tengo en casa pero no he leído los previos. Besos.
ResponderEliminarMe pasa como a ti, echaré mucho de menos a Wallander y me apena mogollón la situación de salud de su autor.
ResponderEliminarBs.
otro de mis imprescindibled....llore con la despedida de Wallander....lo echare muuucho de menos, asi q me apunto este!
ResponderEliminarSaludos!
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En mi caso este es el primer libro que leo de la serie y aunque la historia no me ha parecido excepcional, sí me ha gustado mucho el personaje de Wallander. Seguro me animo con el resto de libros, pero esta vez, respetando el orden.
ResponderEliminarSaludos